viernes, 4 de febrero de 2011

La vida en la fábrica

Aunque obviamente es demasiado pronto para emitir un dictamen o conclusión al respecto, con estos tres días en mi puesto de trabajo definitivo (aunque obviamente sin la carga de trabajo que me espera), creo que puedo decir alguna que otra cosa al respecto:

  • Los temas de políticas éticas, de seguridad, confidencialidad y similares no es que tengan importancia, es que o las sigues a rajatabla o estás fuera de la empresa. Sin discusión.
  • No se escatiman gastos a la hora de realizar las pruebas pertinentes a los "pilots" que se analizan (perdón por el anglicismo, pero tengo que acostumbrarme). Si se tienen que mandar a tres ingenieros a cambiar un contacto, se mandan.
  • El concepto de "multinacional" está presente en todo. En tres días he visto tratar a mi superior con: 1 chino, 1 turco, 2 alemanes y 1 estadounidense. Al único que no entendía hablar inglés, más o menos, era al estadounidense.
  • Aunque aún me quedan, mínimo, tres meses de "training" en dos departamentos distintos, dejé de ser nuevo al poco de entrar. Hoy he tenido que ir (supervisado, eso si) a hacer las mismas pruebas que hicimos el otro día los tres ingenieros. Han salido perfectas.
  • Mi jefe se tiene el cielo ganado, y a mi también. El segundo día llegué 45' tarde por quedarme dormido (esa misma tarde compré otro despertador, para ponerlo junto con el móvil), y simplemente me dijo: "No te preocupes, a todos nos ha pasado. Además, lo recuperarás con creces, ya verás". Lo malo es que después no se rió, sólo se sonrió. Tengo miedo.

La semana que viene seguramente aterrice en las oficinas centrales para empezar el nuevo proceso de training. Lo mejor es que saldré 30' antes y tienen cafetería. Lo óptimo, que voy a empezar a trabajar de verdad.

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