La eficiencia llevada a su máxima expresión

Allá por noviembre realicé ciertas pruebas para optar a un puesto de trabajo en una conocida empresa del mundo de los combustibles fósiles. Al terminarla, le pregunté a la responsable de la consultora encargada de las mismas por la fecha aproximada de los resultados, al o que me contestó que "en 15 días tendrá una respuesta, tanto si ha pasado el proceso como si no".

Por supuesto, a los 15 días seguía sin saber nada, así que les llamé. Me dieron otros 10 días de plazo, pasado el cual, y tras una segunda llamada, seguía sin saber nada al respecto.

Hoy, me llega el siguiente e-mail:

A la atención de: Aspirante

Le mandamos el presente correo para comunicarle que su amable solicitud como candidato/a para un puesto de Operador de Fabricación en la Refinería Empresa Ciudad, no ha podido prosperar.

Aprovechamos esta ocasión para agradecerle la confianza depositada en nuestra organización y saludarle atentamente

Empresa consultora.

Ante esto, yo únicamente he podido contestar lo siguiente:

Estimados señores:


Gracias por informarme sobre el estado de mi candidatura con tan sólo 75 días de retraso (si no recuerdo mal, el proceso se inició por noviembre).

Es realmente gratificante comprobar que su palabra, tanto directa como por vía telefónica, informando de que "en 15 días tendrá una contestación, tanto positiva como negativa" aunque con algún que otro problema para hacerse oír, se cumple a la perfección y además, informando puntualmente de los motivos de los retrasos. Si es que a 75 días lo podemos llamar retraso, claro.

Tomen esto como lo que es. Si no saben lo que es, háganmelo saber y en unos 15 días les daré una respuesta.

Gracias por todo y un saludo.

Obviamente esto se contesta cuando ya tienes trabajo. ¿Me meteré en problemas?. No creo, pero seguramente acabo de cerrarme la puerta de una empresa. Correré el riesgo, porque no pueden tratarnos como a ganado simplemente porque el mercado esté como está.

En azul, lo censurado.